Proteger los elementos de nuestra instalación fotovoltaica es importante para que su ciclo de vida sea lo más amplio posible. Sabemos que, tanto los propios paneles solares como las baterías son las almas mater de la energía solar. Sin embargo, hoy hablaremos de un elemento que hace de puente entre los dos y nunca se le da la importancia que merece: el regulador de carga solar.
Este cumple una función de protección y seguridad, pero la cosa no queda ahí, pues existen muchos datos que necesitas conocer de este componente. ¿Cómo funciona un regulador de carga dentro de una instalación fotovoltaica? ¿Cómo se debe configurar para que funcione correctamente? Todo esto y mucho más lo encontrarás en las siguientes preguntas.
Un regulador de carga solar es un componente presente en las instalaciones fotovoltaicas que llevan consigo una batería solar. En pocas palabras, es un elemento que permite controlar el estado de carga de las baterías para que se realice una recarga de forma óptima y no se vean dañadas por un exceso de circulación de energía.
Por tanto, un regulador de carga solar es un sistema que hace de intermediario entre los paneles solares y los diferentes tipos de baterías solares que encontramos. Como veremos, existen dos grandes tipos en función de la instalación fotovoltaica que tengamos, pero en todos los casos, disponer de este elemento es imprescindible para su correcto y óptimo funcionamiento.
Como hemos dicho, el regulador de carga solar se encarga de controlar la energía que circula entre los paneles solares y la batería. Por norma general, las placas se diseñan para que tengan una tensión superior a la que pueden recibir las baterías. De esta forma, para controlar ese gran flujo de corriente que las baterías no pueden aguantar se utiliza el regulador.
Este dispositivo mide de forma constante e ininterrumpida el estado de carga de la batería. De acuerdo a su nivel, cerrará o modulará la energía que entre para no sobresaturarla. Asimismo, los reguladores de carga más modernos son capaces de aprovechar los niveles de producción máximos de los paneles, provocando una gran inyección de energía en las baterías de forma totalmente eficiente.
Para que te quede más claro, te dejamos con el siguiente esquema de un regular de carga solar para una instalación conectada a la red con baterías. ¡Echa un ojo!
Disponer de un regulador de carga es imprescindible para cualquier instalación fotovoltaica con baterías. Sin embargo, si lo configuramos de forma incorrecta o adquirimos el inadecuado, nuestro sistema solar puede verse afectado por una serie de problemas que pueden costarte parte de tu inversión. Veamos algunos de los ejemplos más comunes:
Cuando hablamos de reguladores de carga solar, diferenciamos dos tipos en el mercado: Los PWM y los MPPT. Los primeros utilizan una tecnología mucho más limitada respecto a los segundos y están destinados a instalaciones de autoconsumo aisladas a la red o de pequeño tamaño. Son más económicos, pero sus características hacen que sea necesario que el voltaje de los paneles y las baterías sea idéntico o parecido.
Sin embargo, cuando nos referimos a reguladores de carga solar MPPT, son la opción más estandarizada en el mercado. Son llamados también maximizadores y son más completos por sus funcionalidades. A diferencia de los PWM, estos calculan de forma inteligente el punto de máxima potencia en la producción para suministrar energía a la batería.
Estos permiten utilizar cualquier tipo de panel solar sin importar la potencia de los mismos. Además, la forma en la que trata a la batería es totalmente distinta, los reguladores de carga MPPT miman con cuidado los estados de carga para no saturarla. Por tanto, a la pregunta inicial, decir que sí, los MPPT son los mejores reguladores solares.
El precio de un regulador de carga solar va a variar en función del amperaje que soporta, así como del tipo de regulador que utilicemos. Como hemos comentado en la pregunta anterior, los PWM son más limitados en cuanto a funciones, pero sí mucho más baratos de adquirir. Por norma general, por 30-60€ podemos disponer de este tipo de regulador.
Por otro lado, el precio incrementará en función del amperaje. Es decir, respecto a la cantidad de energía que pasa por los cables. Un regulador de MPPT de 30-40 amperios ronda los 140-160€. Sin embargo, uno de 80A puede llegar a valer entre 240-260 euros.
Visto todo el contenido anterior, llega la pregunta del millón: ¿Cuál elijo? La respuesta a esta pregunta viene por varios factores. En primer lugar, la dimensión de la instalación. Si disponemos de una instalación pequeña, a lo mejor nos conviene más un regulador de carga solar PWM. Para opciones más grandes, recomendamos los MPPT.
Otro factor puede ser la conexión a la red. Si somos productores de energía de una instalación fotovoltaica aislada, nos conviene mejor un regulador de carga solar PWM. Por otro lado, si disponemos de un sistema conectado a la red, no es tan importante ajustar el voltaje de los paneles al de las baterías, hay algo más de libertad.
Los reguladores de carga solares son imprescindibles para cualquier instalación fotovoltaica que tenga un sistema de almacenamiento incorporado. Su función principal es controlar la cantidad de energía que se transporta de los paneles solares hacia la batería. Por tanto, es el que cuando se completa la carga, interrumpe ese tráfico de electricidad.
Existen los reguladores de carga PWM y MPPT. Ambos realizan la misma función, pero con diferencias técnicas importantes. Los primeros, a pesar de ser más económicos, son más primigenios y solo admiten el mismo voltaje entre placas y batería, lo que los hace más limitados. Por su contra, los MPPT son los más universales y rentables a largo plazo en una instalación fotovoltaica de cualquier tipo.
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