El autoconsumo remoto ha surgido como una gran alternativa para aquellos usuarios que desean disfrutar de las ventajas de la energía solar en España, pero no tienen espacio disponible para realizar la instalación de placas solares en las inmediaciones de su suministro.
A través del autoconsumo remoto, el consumidor se ahorra la inversión inicial que suele ser necesaria para llevar a cabo una instalación fotovoltaica, además de evitarse las obras.
Para poder beneficiarse de este tipo de sistema, es necesario llegar a un acuerdo con una compañía eléctrica que ofrezca estos servicios, en lo que a la relación contractual se refiere, puesto que se necesitarán, dependiendo del consumo, más o menos paneles solares de los que hacer uso.
A continuación, te explicamos todo lo que tienes que saber para unirte a una comunidad con autoconsumo remoto.
El autoconsumo remoto funciona de manera similar al autoconsumo solar habitual, es decir, los paneles solares captan la radiación solar y la transforman en electricidad. La diferencia radica en que esa energía viaja más kilómetros hasta el suministro a través de la red eléctrica.
Como ya hemos visto, para poder disfrutar de un sistema con autoconsumo remoto será obligatorio firmar un acuerdo por los derechos de las placas solares para cubrir las necesidades de consumo del inmueble. Mientras tanto, estos paneles fotovoltaicos formarán parte de un huerto solar dónde se capta la energía, para luego volcarla a la red, y hacerla llegar al suministro.
Es usual que el autoconsumo remoto combine fuentes de energía renovable de diferentes proyectos y procedencias con el fin de cubrir las necesidades de consumo la mayor parte del día, y no hacer uso de la red eléctrica.
Sin embargo, aunque el consumo pueda llegar a ser de 0 %, siempre será necesario pagar peajes eléctricos y costes por el uso de la red de distribución.
Por lo general, los usuarios que quieran disfrutar de energía solar en sus viviendas gracias al autoconsumo remoto, deberán pagar unos peajes para transportar la energía hasta su suministro, además de una cuota de aproximadamente 1,50 €/mes por el mantenimiento y la gestión de la tarifa energética contratada.
Para hacernos una idea, cada panel solar tiene un coste financiable de unos 1.200 € y produce unos 30.000 kWh durante sus más de 30 años de vida útil.
En el caso de una vivienda que compra 6 paneles solares remotos, pasará de pagar 120 € al mes, a 30 € en la factura de luz, ahorrando unos 90 € al mes y más de 1.000 € al año.
En definitiva, con una inversión de 7.200 € en autoconsumo remoto, la vivienda podrá ahorrar más de 30.000 € generando un ROI muy positivo a lo largo del tiempo.
Claramente, el autoconsumo remoto presenta interesantes ventajas económicas y operativas, no obstante, se deben de considerar otros aspectos relevantes:
• Al autoabastecerse de energía solar económica, se estiman ahorros del 30-40 % en la factura de luz.
• No requiere de inversión inicial para comprar e instalar los paneles.
• La instalación de autoconsumo remoto es sencilla, pues solo es necesario contratarlo con la comercializadora.
• Al no ser propietario de los paneles, no hay que llevar a cabo mantenimiento y reparación de averías.
• La energía de esta modalidad remota es 100 % renovable.
• Todos los usuarios sin tejado o cubierta propia pueden acceder al autoconsumo compartido.
Aunque depende de la comercializadora de luz contratada, la compensación por excedentes en el autoconsumo remoto funciona de manera similar a una instalación de placas solares propia.
Esto quiere decir que, cuando la producción exceda al consumo, se volcarán a la red eléctrica los kilovatios hora (kWh) sobrantes y se compensará en el término de energía (€/kWh) de la factura mensual.
En ese sentido, para contratar la compañía de luz más barata es recomendable contar con la ayuda de asesores energéticos especializados en autoconsumo remoto como Tunergía.
Los pasos a seguir más habituales para contratar el servicio del autoconsumo solar remoto son los siguientes, es un proceso relativamente sencillo:
1. Elegir una comercializadora de luz que disponga de autoconsumo remoto entre sus planes y ofrezca las mejores condiciones de contratación al suministro.
2. Calcular el consumo eléctrico medio del inmueble para determinar la potencia de autoconsumo remoto necesaria.
3. Formalizar el contrato de suministro eléctrico.
4. La compañía asignará los paneles solares de uno de sus campos fotovoltaicos al nuevo cliente.
5. En el momento que los paneles remotos comiencen a generar electricidad, esta será inyectada en el punto de suministro.
6. El cliente pagará únicamente por la energía autoconsumida en función de la tarifa acordada.
En conclusión, el autoconsumo remoto surge como una innovadora solución para quienes buscan beneficiarse de la energía solar sin la necesidad de instalar paneles en sus propias viviendas. A través de acuerdos con compañías eléctricas, los usuarios pueden disfrutar de ahorros significativos en sus facturas de luz, eliminando la inversión inicial y las obras.
Este modelo de autoconsumo solar combina eficiencia económica y operativa. Además, ofrece la posibilidad de compartir sus beneficios con la red eléctrica. En resumen, el autoconsumo remoto no sólo ilumina hogares o negocios con energía solar, sino que también arroja luz sobre un futuro más sostenible y accesible para todos.
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